El gran público, a través de sus televisores, y los espectadores de Albert Park, pudieron apreciar por primera vez el nuevo sonido de los V6. Y puede afirmarse con casi total certeza que la decepción fue generalizada.
Aqui les dejamos el sonido para que juzguen ustedes mismo....
¿Incumplimiento contractual?
Tanto, que incluso los organizadores del Gran Premio de Australia consideran que podría haber existido una ruptura de las condiciones contractuales de celebración de la carrera. Al parece, el máximo responsable de la Australian Grand Prix Corporation, Ron Walker, había hablado al respecto con Bernie Ecclestone, quien, recordemos, siempre se opuso a los nuevos motores, entre otras razones, por la pérdida de la potente personalidad acústica de los V8. "No es por lo que hemos pagado, esto va a cambiar", declaró Walker a la prensa australiana sobre lo que dijo a Ecclestone. "Y será un problema para los promotores de todo el mundo".
Según declaraba el propio Ecclestone a Reuters, "uno o dos promotores han contactado conmigo para hacerme saber lo descontentos que estaban", añadiendo también que "he hablado con Luca di Montezemolo, y dijo que nunca había tenido tantos correos electrónicos en su mesa quejándose y diciendo que esto no es Fórmula 1".
Martin Brundell: "Los turbo de los ochenta sonaban mejor”
“Al andar alrededor de la pista y quedarte junto a las barreras en la segunda sesión ya quedaba claro que los tapones para los oídos no eran realmente necesarios”, explicaba en su columna Martin Brundell, expiloto y comentarista de Sky. “Se podía escuchar la megafonía por primera vez, y también otros sonidos, como el ruido mecánico y la tortura a los neumáticos”. Para Brundell, que ha conocido el sonido de prácticamente todos los motores de los últimos treinta años, en comparación a los V6 de 2014, “los turbo de los ochenta cuatro cilindros en línea y V6 sonaban mejor, con más volumen, y más musicales”. Según el comentarista británico, hoy “no hay volumen suficiente, y se ha perdido algo de intenso drama”.
Evidentemente, el pragmatismo es el principal argumento de los diferentes 'team managers' que en la rueda de prensa del jueves hablaron del tema. “Personalmente, me gusta el sonido de los motores”, explicaba Claire Williams, "pero me gusta la Fórmula 1 y me gusta ver a los coches rodando por la pista, creo que la gente se acostumbrará rápidamente a cómo suenan (ahora) los nuevos motores, hemos tenido muchos cambios en diferentes décadas, y rápidamente te olvidas cómo sonaba un motor anterior”
Toto Wolff, uno de los responsables de Mercedes, también aludía al signo inevitable que marca la evolución del automovilismo deportivo. “Bien, si es lo que gusta, volvamos a los V10 y V12, y dejemos la tecnología híbrida. Esta es la tecnología moderna, por aquí es hacia donde van los coches de calle, debemos aceptar que la fórmula ha cambiado”.