Hasta hace pocos años, las transacciones entre particulares de coches viejos -aquellos con más de 10 años- apenas era significativa en nuestro país. En el mes de agosto han alcanzado el 47 por ciento del total. Es decir, actualmente en España, la mitad de los coches que se venden -tanto nuevos como usados- son turismos de más de 10 años en funcionamiento y esta venta se produce entre particulares, sin concesionarios de por medio.
Actualmente, el mercado de la compra-venta de coches usados está totalmente dominado por los particulares, que realizan el 82 por ciento de estas transacciones. Así está hoy el mercado del automóvil, que fue de los primeros sectores en notar la crisis y desde el año 2007 sólo hace bajar sus ventas.
En ese año se vendieron 3.430.000 de coches, entre nuevos y usados. Para este año, la previsión es inferior a las 2.500.000 unidades. De esta venta, apenas 700.000 ventas (el 30 por ciento) serán de coches nuevos. El 70 por ciento restante (unos 1.750.000 coches) corresponderá a compra-venta de vehículos de segunda mano.
"Con este volumen de venta de coches nuevos, el parque automovilístico español terminará el año como el más antiguo de Europa", aseguran desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos de Motor (Ganvam).
Si la venta de coches nuevos no levanta cabeza, la de seminuevos o vehículos de ocasión en concesionarios también ha empezado a bajar. En los siete primeros meses del año, el mercado de coches usados se ha reducido un 7,3 por ciento.
Actualmente, la venta de coches seminuevos -aquellos turismos con menos de tres años- ya sólo representa el 14 por ciento de las transacciones totales.